9ª Travesera Integral Picos d'Europa. 16/06/2012.

    
    Pues esta vez la familia castrona está de enhorabuena ya que tuvo representación de lujo en la novena  edición de la Travesera. Sin duda alguna para mí, pasará a ser la reina de las carreras de montaña. Lo afrontamos el Gaiteru, Ricardo y el presente, fuimos juntos toda la carrera sin despegarnos ni un metro, lo cual si me extrañó, que nos aguantásemos mas de diecinueve horas sin reñir y sin mandanos a tomar pol culo.
La carrera salió sin más percance que el Richard tuvo la brillante idea de tomar un poco leche condensada allá sobre las tres de la mañana y el estomago le jugó una mala pasada (a esas horas el estómago está pa tomar otres coses). La clave de todo fue la alimentación y la hidratación, que cada poco ya teníamos al pesáu de Jordi "hay que comer y beber, no me jodáis", pero en este caso hay que hacerle caso al sabio. También muy reseñable la despedida, llegada y en los pasos de avituallamientos que nos ofrecieron todos los que pudieron asistir a la gran castronada.

    

La verdad es que en la carrera siempre hay unos momentos más emotivos que otros, para mí sin duda alguna el mayor fue la llegada a la Horcada de Caín cuando das vista al Urriellu, que incluso llegan a ponerse los pelos de punta.Y eso que también es de reseñar el amanecer desde El Boquete que no tiene desperdicio.

La subida de la canal de La Celada para mí fue el punto más complicado de la carrera ya que al Richard le empezaban a flojear las fuerzas y no daba buenos síntomas, pero la unión castronil pudo con ello y cuando nos dimos cuenta ya estábamos en Collada Bonita, pero no sin antes decirnos que ya empezaba a estar hasta los cojones de nosotros "que haría yo en esta vida pa tener que aguantaros de esta manera".

 

Por la cara que pone, yo creo que se puede adivinar lo que estaría pensando. Seguro que se está acordando de Camila y de Teresa, buena culpa tienen elles.

 La llegada la Les Vegues de Sotres fue muy emotiva, ya que el recibimiento fue como a los primeros, grandes berros y aplausos, con los correspondientes besinos de Carmina a Richard ( "probín, qué guapu ye").
Una vez repuestas fuerzas en Les Vegues se nos unen a nosotros el castronín de Carlitos y el llavianés de Campal que nos acompañarían uno hasta el Jitu y el otro hasta Cabrales para así darnos fuerzas y hacernos más ameno lo que nos quedaba.

Carlitos arriba y Campal debajo, que nos fueron de gran ayuda, ya que nos hicieron más ameno el trozo que corrieron con nosotros. "Y tú, Carlitos, a esperar tres años pa correla".

 Por fin ya quedaban no más de quince kilómetros, porque aguantar al Gaiteru cantando 59 kilómetros, que pa encima no se sabía lo que cantaba...  Pa eso sí que hay que estar preparáu...

Y después de dar un poco de espectáculo por la senda de Caoru, que no sé cómo no dejamos los dientes bajando... llegaría lo mejor de todo, la llegada, ya que el recibimiento de la gente en Cabrales fue genial y acojonante, ahí no había distinción del que hizo doce horas al que hizo diecinueve como nosotros y eso dice mucho de una carrera.

Pues pa terminar, que mejor que agradecer a estos dos indecentes la paciencia que tuvieron en aguantame en todo el transcurso de la misma y que gracias a ellos y su experiencia en este tipo de carreras se pudo acabar sin más percance que un simple calentón de pies. La verdad es que los objetivos se cumplieron con creces, que era acabar, pero no se si será una carrera pa repetir ya que si quieres acabarla como se acabó este año se necesita mucho tiempo de dedicación y tener suerte de que te cuadre todo bien, trabajo, tiempo, salud, etc.
Pero lo que sí puedo hacer es dar un consejo o reflexión para los que nunca la corrieron.

"LA TRAVESERA" NO ES UNA CARRERA DE MONTAÑA, NO NOS CONFUNDAMOS. LA TRAVESERA TIENE NOMBRE PROPIO Y SE LLAMA: " LA TRAVESERA"



                                           

Videu grabáu (a partir de los 40'') ¡¡¡en carrera!!! pol 2^u clasificáu, Nicolás Darmaillacq.