Tamos que lo damos, tamos que lo regalamos, oiga... no hay como los fines de semana ratoneros d´inviernu pa dedicase a pijaes varipintes d´esti estilo, ahí va otra rutuca pa la colección, entamamos:
UNA CLÁSICA POCO REPETIDA
Hay en los Picos de Europa una ruta betetera muy poco repetida: preciosa, exigente y técnica como ninguna recorre una zona muy frecuentada por senderistas durante todo el verano.
La ruta en cuestión parte de la curvona de Sotres, para ir ganando metros por la cómoda pista que nos llevará, previo paso por los pastizales de Áliva, hasta el refugio/hotel del mismo nombre. Desde este nos dirigiremos a la vueltona y ya con la bici al hombro acometeremos el porteo que nos conducirá hasta los pies de la Torre de los Horcados Rojos.
Aquí un cable de acero nos hará más cómodo el descenso , aún con la burra al hombro, de este roto y pendiente tramo donde habremos de extremar las precauciones pues, aunque sencillo sin carga y en verano, con el aparatoso cargamento a la chepa tropezando aquí y allá y una mano ocupada unicamente de su sustento, la cosa gana en emoción.
La recompensa post porteo lleva nombre de Jou. Una vez abajo seremos recibidos por el Jou de los Boches, antesala del de Sin Tierre, por donde pedalearemos (salvo en contados pasajes donde no nos quedará mas remedio que descabalgar) por encima de los 2000 metros de altitud y por un terreno lunar sin parangón, beteteramente hablando.
Después de superar un corto repechón recalamos en ese rincón donde nació el alpinismo en este estado, estamos en la Vega de Urriellu, y el que no se lo crea que levante la vista e intente encontrar el final de la inmensa pared oeste que cae en vertiginoso abismo sobre el refugio, escenario de grandes gestas y de dramas capaces de conmocionar a la sociedad de una época, ¿quién no oyó hablar de los Murcianos, de Lastra o Arrabal? Es este sin duda el icono del alpinismo en este trozo de mundo.
El descenso desde la vega hasta La Terenosa es de los de cinco estrellas, un pata negra donde no podemos dejar ni uno de los sentidos fuera del estado de alerta, so pena de dar con nuestros huesos contra el duro y pétreo decorado.
Ya en Pandébano, preciosa pradería, solo nos resta seguir perdiendo metros, al principio por el precioso sendero que nos conducirá hasta el aparcamiento, después por las curvas y contracurvas que nos dejarán en los invernales del Texu para cerrar el bucle y alcanzar de nuevo la curvona de Sotres.
Advertencia: ruta comprometida que trascurre por tramos muy técnicos y aereos, mas apropiados para el senderismo que para el BTT. El que suscribe volvió con la dentadura íntegra a casa pero no garantiza que todo el mundo corra la misma suerte. Travesía solo apta para gente con mucha experiencia en este tipo de terrenos.
Esti añu, tas obligau a repetila, pero con esa bici doble que tiene escondida. Chula ruta.
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